“La ayuda forma parte de nuestra humanidad y responsabilidad común de hacer de este mundo un lugar mejor.”
Ahora bien, la naturaleza de las emergencias y los conflictos armados ha cambiado, al igual que las crisis humanitarias emergentes en el mundo, añadió el dirigente de la FICR. Dichas crisis se globalizaron; las brechas entre ricos y pobres, así como entre zonas urbanas y rurales se agrandaron y las mismas comunidades ahora sufren de varias vulnerabilidades a la vez.
A la luz de esos desafíos, ¿en qué medida el rol de las organizaciones humanitarias es efectivo hoy en día? ¿Y cómo se puede adaptar a las nuevas características de las crisis para lograr aliviar el sufrimiento humano?
Este tema fue tratado durante el intercambio de opiniones entre el Sr. Sy y la Dra. Dambisa Moyo, economista y autora del libro Dead Aid: Why Aid Is Not Working and How There is Another Way for Africa en el que sostiene que la tradicional asistencia para el desarrollo puede obstaculizar el desarrollo económico de países emergentes. La Dra. Moyo opinó que si bien la asistencia extranjera desempeñó un papel importante en algunos contextos, la ayuda es una solución a corto plazo que fomenta la corrupción.
El Sr. Sy recordó que las comunidades piden cuentas a las organizaciones humanitarias por sus promesas, subrayando la necesidad de construir la confianza y crear asociaciones con ellas. Asimismo, reconociendo el rol de los actores estatales al respecto, sostuvo que es preciso cambiar las decisiones de gobierno, particularmente en lo que respecta a la economía y la asignación de recursos, para evitar más crisis y sufrimiento humano.
“Protección para los vivos y dignidad para los muertos”, la experiencia de una voluntaria en la respuesta al Ébola.
“Las comunidades apreciaron que me uniera a los equipos de entierro seguro y digno. Mi familia y mis amigos”, cuenta Mariama Manneh, voluntaria de la Cruz Roja Sierraleonesa.
Esta joven de 24 años y voz suave participó en la respuesta al Ébola desde que surgieron los primeros casos en su distrito de Port Loko, Sierra Leona, en junio de 2014. Se unió a los citados equipos porque hasta entonces eran solo hombres que recogían los cadáveres, incluso de mujeres, lo que no era bien visto en las comunidades.
“Las creencias tradicionales impiden que los hombres preparen cadáveres de mujeres. En las comunidades que apreciaba mucho que hubiera una mujer en los equipos de entierro”, explica Mariama.
El domingo de tarde, ella recibirá un premio en nombre de sus 500 colegas voluntarios que formaron parte de los equipos de entierro seguro y digno en Sierra Leona. Cuando se le pregunta qué significa para ella, sonríe y responde: “Es un hito importante para nosotros, pues representa el reconocimiento de nuestros logros y nos dice que nosotros, voluntarios, somos importantes y apreciados.”
Sociedades Nacionales más fuertes, juntos somos más fuertes: Plan y presupuesto de la FICR
“Cuando trabajamos juntos somos más fuertes. Mi equipo y yo estamos comprometidos con los resultados, la calidad y la rendición de cuentas. Solicitamos su aprobación para contribuir a financiar este plan”, indicó Elhadj As Sy, Secretario General de la FICR, al esbozar el Plan y presupuesto de la organización a los dirigentes de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja que asisten a la Asamblea General.
Dicho documento se centra en las acciones de la FICR para apoyar a sus 190 Sociedades Nacionales miembros y asociarse con ellas y otras organizaciones para fortalecer a las primeras y también la resiliencia de la comunidades frente a crisis y desastres cada vez más frecuentes y complejos. “Los choques no tienen por qué ser desastres”, señaló el Sr. Sy.
El objetivo principal de la FICR es apoyar, amplificar y abogar por el esfuerzo humanitario común de Sociedades Nacionales sólidas bajo una de las marcas más reconocibles del mundo. La FICR busca más fondos sin asignación específica para asegurar su capacidad de responder a las necesidades de las personas más vulnerables que cambian rápidamente. Esos fondos formarán parte de los recursos regulares de la FICR y se asignarán en función de las necesidades y prioridades operacionales que se indican en el Plan y presupuesto.
“Nos aseguraremos de contar con sistemas y mecanismos de control que esperamos les den confianza para invertir en aportes voluntarios”, señaló el Sr. Sy.
En el Plan y presupuesto se articulan cuatro estrategias de implementación y ocho ámbitos de interés que configuran un marco y un presupuesto basados en resultados, respaldado por un sólido sistema de finanzas y presentación de informes que garantiza la plena transparencia y rendición de cuentas. El presupuesto comprende:
73 millones de francos suizos para el fortalecimiento de capacidades de las Sociedades Nacionales
55 millones de francos suizos para la gestión efectiva de desastres internacionales
32 millones de francos suizos para posicionar a la FICR y sus Sociedades Nacionales como principales asociadas estratégicas de la acción humanitaria y la resiliencia comunitaria, y
80 millones de francos suizos para asegurar una FICR fuerte.
El presupuesto restante permitirá a la FICR coordinar, fortalecer y apoyar a las Sociedades Nacionales en los ocho ámbitos de interés que reflejan la continuidad en los campos de preparación, respuesta, recuperación y desarrollo donde operan las Sociedades Nacionales y que abarcan: salud, refugio, medios de subsistencia, agua y saneamiento, reducción del riesgo de desastres, inclusión social, cultura de no violencia y paz, así como migración.
Evento paralelo
En el Día Internacional de los Voluntarios, se presentó públicamente el estudio más grande llevado a cabo hasta ahora sobre el voluntariado de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, un proyecto de dos años que abarcó 158 países.
La publicación Global Review on Volunteering Report recoge las conclusiones de dicho estudio –apoyado por 22 Sociedades Nacionales que contribuyeron con investigadores, recursos y otros tipos de asistencia– así como las experiencias y puntos de vista de más de 600 voluntarios, gerentes, miembros del personal y expertos externos. La investigación fue diseñada y realizada por la FICR en asociación con la Universidad de Northumbria.
El profesor Matt Baillie Smith de dicha Universidad y coautor del informe, dijo que la FICR debe levantar los desafíos planteados por la investigación, en particular, la necesidad de que los voluntarios participen en los procesos decisorios.
Añadió que siendo la red de voluntariado más grande del mundo, con casi 17 millones de voluntarios activos, debería liderar el camino adoptando los nuevos enfoques que necesitan los voluntarios, pues “otras organizaciones escucharán lo que la FICR tenga que decir sobre los voluntarios”.
Según Tadateru Konoé, Presidente de la FICR, “los voluntarios pueden y deben desempeñar un rol central en la nueva agenda de desarrollo, pues la escala de su alcance y efectividad pueden realmente transformar el mundo.”
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Evento paralelo
Con esta cita de Gandhi, Mary Esther Rouffet, representante de la juventud de la Cruz Roja Francesa, abrió el evento paralelo sobre la participación de la juventud por un mundo mejor, que tuvo lugar durante la Asamblea General de la FICR.
Luego recordó a los delegados que más de la mitad de los casi 17 millones de voluntarios activos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja son jóvenes que trabajan incansablemente para responder a emergencias y construir la resiliencia en sus comunidades. De ahí que la FICR esté definiendo una nueva agenda para incorporar a los jóvenes, no solo como voluntarios, sino también como miembros del personal de muchas Sociedades Nacionales.
Orla Murphy, representante de la juventud de la Cruz Roja Irlandesa, opinó que los jóvenes deben comprender que tienen la responsabilidad de participar e involucrarse en los cambios que quieren ver.
El otro panelista, profesor Habibe Millat, Vicepresidente de la Cruz Roja de Bangladesh, recalcó que el liderazgo de las Sociedades Nacionales también tiene la importante responsabilidad de crear espacios de participación para los jóvenes voluntarios de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Evento paralelo
Los desastres químicos, biológicos, radiológicos y nucleares pueden tener consecuencias devastadoras y de larga duración para la salud comunitaria y transcender fronteras afectando regiones enteras. ¿Cómo puede el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja establecer sólido sistemas de respuesta que permitan limitar las consecuencias de esos desastres?
Las pérdidas que causaron el terremoto y el tsunami que azotaron el Japón en 2011 fueron devastadoras y se vieron aumentadas de un tercio en la central nuclear de Fukushima. Murieron más de 15.000 personas y miles más resultaron heridas o se dieron por desaparecidas. Años después, el impacto de ese triple desastre se sigue haciendo sentir en Japón debido a la liberación de materiales radiactivas de Fukushima y se considera que esa sea la causa principal de la propagación del cáncer.
En 1986, Belarús también fue gravemente afectada por otro desastre nuclear: la explosión de la central nuclear de Chernóbil cerca de la ciudad de Prípiat en la frontera con Ucrania.
La Asamblea General consideró el tema de la preparación para desastres químicos, biológicos, radiológicos y nucleares en el evento paralelo Fortalecimiento de los sistemas de las organizaciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja para las intervenciones en caso de emergencia en aras de mecanismos más rápidos, más fuertes y mejores.
El programa de dicho evento patrocinado por la Cruz Roja Japonesa incluyó la presentación de tres estudiantes de Fukushima y Tokio que relataron cómo el terremoto, el tsunami y el desastre nuclear afectaron su vida y les motivaron para divulgar información precisa sobre las causas del desastre por conducto de la Comisión de Investigación Independiente del Accidente Nuclear.
Satoshi Sugai, Director General Adjunto del Departamento Internacional de la Cruz Roja Japonesa, describió los nuevos enfoques que estableció la institución para responder mejor en el futuro a cualquier otro desastre similar.
“No obstante, aún nos enfrentamos a un dilema respecto a la intervención de la Cruz Roja. ¿Deberíamos arriesgar la seguridad nuestros voluntarios y miembros del personal para salvar otras vidas, o bien, intervenir únicamente cuando es seguro?” preguntó.
Viktor Kolbanov, Secretario General de la Cruz Roja Bielorrusa, compartió la experiencia de su Sociedad Nacional en la respuesta al accidente nuclear de 1986, respuesta que contó con la colaboración de asociados del Movimiento. Tras el desastre de Chernóbil, la Cruz Roja Bielorrusa, la FICR, el CICR y varias Sociedades Nacionales asociadas lanzaron el Programa de asistencia humanitaria y rehabilitación de Chernóbil en cuyo marco se presta asistencia médica, social y psicológica en las seis regiones de Belarús, Ucrania y la Federación de Rusia afectadas por el desastre.
Simon Eccleshall, Jefe del Departamento de Gestión de Crisis y Desastres de la FICR, señaló que esta última tiene el “compromiso estatutario” de ayudar a las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja a prepararse para afrontar esos peligros y añadió que se había avanzado un poco estableciendo medidas de capacitación y un archivo digital sobre la respuesta de la Cruz Roja Japonesa, así como abordando los consiguientes desafíos jurídicos,
Las investigaciones que llevó a cabo la FICR sobre los desafíos jurídicos que se plantean a las Sociedades Nacionales a la hora de planificar su respuesta a emergencias nucleares se harán públicas en 2016.
Evento paralelo
Recientemente, varias grandes crisis subrayaron la importancia y centralidad de la calidad de los sistemas de respuesta rápida a loa desastres, pero también revelaron las debilidades de la respuesta internacional a epidemias globales.
Este evento paralelo se centró en lo que debe hacer el Movimiento para captar innovaciones, identificar lecciones y aprenderlas, y tomar medidas para operar los cambios institucionales que se necesitan de urgencia.
A continuación se indican algunos de los puntos más destacados en recientes operaciones de respuesta de México, Sierra Leona y el Líbano.
- Tenemos la capacidad incomparable de pasar de plano mundial al plano local. En el Movimiento debemos usar mejor esta baza.
- La preparación aporta una enorme diferencia: la coordinación dentro del Movimiento y con las autoridades locales debería definirse e incorporarse en nuestra labor de preparación para desastres.
- Hay que explorar más la utilización de canales de comunicación nuevos e innovadores (p.ej. las redes sociales) para interactuar con las comunidades.
- Es preciso interrelacionar las herramientas globales de gestión de desastres (FACT, ERU, RDRT…) y construir a partir de los roles y puntos fuertes de unos y otros; necesitamos una clara visión de la forma en que se utilizarán en el futuro.
- El apoyo externo ha de centrarse en la transferencia de conocimientos y la mejora de la capacidad de la Sociedad Nacional receptora y sus filiales. El mejor activo en la respuesta a una crisis es una fuerte Sociedad Nacionales que supo aprender de emergencias anteriores y prepararse mejor para las futuras.
- Todo los componentes del Movimiento tienen que complementarse claramente, coordinar mejor, compartir liderazgo y tener roles y responsabilidades bien definidos. Aprovechar los puntos fuertes de unos y otros ha de ser la norma.
- Nuestras reglas y nuestros principios son la clave de un desempeño más rápido, más fuerte y mejor.